Las estadísticas son claras en este aspecto: Los terminales móviles han pasado a ser el primer objetivo, por volumen, de los criminales cibernéticos.
Como siempre cuentan con sus mejores aliados que no son otros que aquellos usuarios que rezan el mismo mantra de siempre:
– “Yo no soy importante, yo no intereso a nadie, a mí no me va a pasar”
Este tipo de usuario, habitualmente no tiene antivirus en sus dispositivos móviles (léase: Smartphone, o Tablet) y además está convencido de que no lo necesita y que eso le va a producir algún tipo de merma en el rendimiento de su dispositivo y total…si es que… (recite el mantra aquí).
La triste realidad es que muchos de los esfuerzos de los cibercriminales, que antes volcaban sobre plataformas como MS Windows, están depositando esfuerzos sobre Android y los terminales de Apple.
¿Porqué?
Parte de la respuesta está en las líneas anteriores, si bien, podemos completarla añadiendo que hay miles de millones de terminales susceptibles de ser “devorados” y muchos de ellos indefensos.
Además, una parte importante de los usuarios no toma precaución alguna y se conectan de forma indiscriminada a redes Wifi sin proteger.
Una de las formas extendidas y sencillas de infectar terminales, consiste en ir a un lugar público y poner el terminal del cibercriminal, en modo punto Wifi con el nombre del establecimiento.
Probablemente no tenga que esperar más de un minuto a que alguna víctima se conecte a este punto, por una simple razón: “Es gratis”.
Con sencillos programas puede acceder a todo lo que la víctima está buscando, intercambiando, con terceros e incluso infectar con troyanos su terminal para poder explotarlo después.
Al tiempo es cuando alguien te amenaza con publicar las fotos de tus hijos en un web pederasta, sino accedes a depositar cierta cantidad de dinero en donde se exija, o publicar en tu Facebook (si, también tiene las claves de tu Facebook, Twitter, Instagram…) fotos que no desearías que viesen tus conocidos o simplemente a publicar cosas en tu nombre que puede ser perjudiciales.
Ya no entramos en la posibilidad de usar tu app bancaria mientras duermes…
Por todo ello, y extrapolando todo ello a un uso en el que dicho terminal se conecta a la empresa y trabaja con aplicaciones o datos corporativos, requiere que los responsables de la empresa que permite este tipo de práctica, tomen las oportunas medidas de seguridad para evitar ser otra gacela, ante los ojos de leones del ciberespacio.
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