Cuando hablamos de cloud, los artículos suelen versar sobre tecnología: Ventajas centradas en aspectos técnicos y a lo que la empresa o sus usuarios obtienen de su explotación, así como otros aspectos que normalmente poco tienen que ver con lo que interesa a un director financiero o a la persona que analiza y/o decide en términos económicos.
De modo coloquial simplificaremos diciendo que el Cloud Computing (en adelante “Cloud”) consiste en el uso de servidores, redes y tecnología remota, normalmente dispuesta por un proveedor aprovechando economía de escala para múltiples clientes.
Se consigue el equilibrio de carga entre múltiples servidores que dan servicio de forma compartimentada a clientes, evitando el derroche de coste que se produce al adquirir un servidor u otros elementos tecnológicos, dimensionados para una carga máxima que se da en momentos muy puntuales.
Como característica implícita al cloud, es importante destacar la posibilidad de ampliar de forma dinámica la potencia, capacidad y/o las licencias necesarias de forma que un pico de trabajo evita un gasto en la compra de licencias, o nuevas compras de equipamiento.
De igual forma, un cambio en la empresa, como una reducción de trabajo, o cambio en la orientación de negocio se aplican de inmediato reduciendo los costes y alineándolos con la realidad y circunstancias del negocio.
Según Gartner, en 2016, el grueso de la inversión mundial en tecnología se dará en cloud, debido a su versatilidad, ahorro de costes y dinamización del negocio que permite este tipo de entornos.
En lo que respecta a costes y formas de pago, el cloud se asocia estrechamente con el concepto de pago por uso. Los servicios normalmente se pagan por reserva de recursos a una cuota fija o en función del consumo real efectuado. De esta forma la empresa ajusta el coste a la demanda del momento y sus circunstancias puntuales. Todo ello sin necesidad de compra de infraestructuras, preocupaciones por su amortización, depreciación, mantenimiento, entre otros parámetros.
En términos financieros, se intercambia CapEx (activo en balance), por OpEx (coste operacional) con un control del gasto, mejor expectativa y cálculo de presupuesto futuro, así como una liberación de capital inmovilizado que puede ser destinado a otros usos empresariales.
Este tipo de servicios suele incluir servidores, redes, sistemas de gestión automatizada, o copias de seguridad, licencias de software en pago por uso. Del mismo modo, muchos proyectos incluyen los costes de implantación, despliegue y mantenimiento evolutivo con lo que se evitan importantes desembolsos puntuales, que a menudo se producen mucho antes de disfrutar de los beneficios de dicha tecnología.
Un problema que suele ser difícil de justificar para el personal técnico suele tener que ver con la necesidad de actualizar las licencias de software a nuevas versiones cuando, aun no se ha cumplido la amortización de las anteriores, y es que los plazos de renovación tecnológica suelen tener poco que ver con los plazos que normalmente se manejan para otros bienes de la empresa.
Con la tecnología cloud, las licencias incluyen siempre la última versión del software (sin que suponga una obligación implantarlo, pero si posibilita poder disfrutar de él sin incurrir en costes adicionales en cuanto la empresa considera necesario su uso).
También se desprende ahorro derivado de la posibilidad de acceder y trabajar desde cualquier tipo de terminal (tablets, teléfonos móviles y portátiles) que ahora no tienen por qué ser de gamas más económicas dado que la potencia necesaria radica en la nube y no en el terminal desde el que se accede a los programas y ficheros.
Por ello, la vida de los equipos puede alargase y no depender de compatibilidades con nuevas versiones de software o falta de rendimiento, con lo que a menudo, los equipos duplican su vida útil, así como su rentabilidad para el negocio.
Derivado de lo anterior los costes asociados a licencias en los puestos también se reducen de forma drástica e incluso es factible que toda la plantilla trabaje con terminales extremadamente económicos que solo precisan abrir un navegador o ejecutar un cliente de seguridad, transparente al usuario.
SomosCloud ofrece una extensa y completa gama de soluciones Cloud a empresas de todos los tamaños y sectores, con un servicio de despliegue sencillo y al ritmo que precisa cada negocio, para que las nuevas tecnologías no solo sean un motor del negocio, sino que permitan dinamizarlo, en todos los sentidos.
