La mayoría de artículos sobre las ventajas de la nube hablan de realidades como la productividad, movilidad, seguridad, control de costes…
Todo lo anterior está muy bien pero, en el día a día de una pequeña PYME conviene repasar algunos procesos típicos, necesidades y cambios que ocurren al subir a la nube (las empresas mayores disfrutan aun de mayores ventajas pero expondremos las que cualquier micro-PYME puede disfrutar desde el día uno en su andanza por la nube).
1. Mi asesor/contable es externo a la empresa
Tradicionalmente hay varias formas de funcionar típicas con asesorías y gestores contables/fiscales/laborales externos:
- Periódicamente aparece por tu empresa y con el papeleo acumulado, va realizando la contabilidad, nóminas…
- Le mandas los papeles cada cierto tiempo.
- Te pegas el día email viene, email va para comunicarte con ellos.
Cuando subes a la nube y, claro está, dependiendo de cómo subas, puedes hacer cosas como:
- El asesor tiene acceso directo (si es que se lo permites) a la empresa como un empleado más… y desde cualquier lugar!! con lo que ve a la vez que tú, los archivos, facturas, albaranes, notas de entrega… no hace falta mover papeles o enviar archivos de un lado a otro (con el coste en tiempo y en posibles errores por omisiones que eso pueda tener).
- Puedes disponer de un repositorio común en el que solamente tú y la asesoría o contable accedéis de forma segura y resulta una forma accesible, cómoda y rápida de que ambos dispongáis de la información necesaria para realizar el trabajo diario.
2. Cuando salgo a una reunión, no tengo acceso a mi agenda, planning ni a los archivos de la empresa
O estás en la oficina o estás fuera, pero lo de estar en dos partes a la vez… AUN no lo dominas.
Estás cansado de olvidar cierta documentación necesaria para la reunión o simplemente, en un momento dado de la conversación, hechas en falta cierto documento que ayudaría en ese punto de la negociación.
Si subes a la nube, tienes acceso a tu empresa desde cualquier lugar, con cualquier tipo de dispositivo (tablet, smartphone, portátil…) y por tanto acceso a TODO lo que necesitas: tu email, agenda, programas, archivos, datos…
3. Siempre acabo saliendo tarde del trabajo para acabar tareas pendientes.
Tu pareja recuerda vagamente tu aspecto y tus hijos te confunden con el técnico de la compañía del gas… y es que acabas siempre tarde, porque no llegas a tiempo, mañana tienes otras obligaciones y claro: “tienes que terminar esto o aquello”.
El resultado es que te compraste un portátil para llevarte algunas cosas a casa, pero, ni tienes todos los programas necesarios, ni siempre dispones de la información pertinente para trabajar desde casa.
Trabajando en la nube, concilias mejor el trabajo y la familia.
No te va a hacer solo el trabajo que tenías que realizar, esa oferta o proyecto que te hace trabajar tanto, pero al menos puedes salir a una hora decente, estar con la familia y lidiar con la noche desde tu casa, cómodamente y tras acostar al personal. La cosa cambia, y mucho…
Estos tres escenarios no son un gran número y podríamos seguir con muchos otros pero, a bien seguro, solucionar, ya solamente estos tres, te cambiaría la vida…
¿Te unes a las ventajas de la nube?