Cuánto cuesta la tecnología e incongruencias asociadas

Cuánto cuesta la tecnología e incongruencias asociadas

A menudo, los costes relacionados con la tecnología se tornan difusos y es que salvo en empresas con un departamento TIC específico, que tenga perfectamente definidos todos lo que implica, es rara la empresa que tiene claro lo que gasta e invierte en esta área.

Para empezar, empezaremos por tareas “designadas a dedo”. Diariamente, la empresa realiza copias de seguridad mediante un software que ha adquirido para ello. Sin saber exactamente la razón que impulsó tal decisión, alguien acabó encomendándote la responsabilidad de comprobar que la copia se realiza correctamente, cambiar la cinta (o el medio de copias en cuestión) y ponerlo a buen recaudo.

Hay quien cambia “la cinta” suponiendo que el programa de copias habrá hecho su trabajo correctamente y hay quien comprueba que la copia se ha realizado de la forma prevista. Dependerá de la profesionalidad y esmero de la persona designada, el que los medios de copia alojen la copia correcta o simplemente se intercambien medios “al tuntún” que no contendrán lo que debieran por fallos no revisados.

De igual forma, las normas contables no se hicieron para este mudo tecnológico y en el departamento correspondiente incidirán en que la inversión del software X hay que meterla a X años, cuando a nivel operativo es imposible aguantar esa cantidad de tiempo porque la necesidad de estar a la última, requiere de una actualización continua en ciclos de tiempo más reducidos.

Pongamos el caso del archiconocido paquete ofimático “MS Office”. Hay empresas que continúan con una versión “2003” porque es suficiente. Si nos ponemos a ver la funcionalidad aprovechable realmente para los usuarios de una versión 2003 a una actual, es probable que muchas empresas lleguen a la conclusión de que tampoco merece la pena el gasto continuo en actualizar esas licencias de software, pero los problemas son otros:

Problemas derivados de la necesidad de intercambiar documentos con otras empresas y que debido a lo antigua de la versión tienen problemas para poder trabajar con la información que se les envía a los empleados desde proveedores y clientes.

Problemas relacionados con seguridad, puesto que las versiones obsoletas tienen agujeros de seguridad que hacen imposible el trabajo de los programas antivirus y en algunos casos aun estando actualizado este último.

Problemas que dan una imagen de obsolescencia sobre la empresa para con otras entidades con las que colabora y potenciales clientes.

Otra serie de problemas asociados a la tecnología y los costes que lleva asociados suelen tener que ver con temas diversos.

La gran mayoría de las empresas dirían que una para de su servidor implica que no pueden desarrollar su trabajo, sin embargo, cuando se les plantea disponer de dos servidores, con virtualización, y una redundancia mínima para evitar paradas productivas, algunas de las empresas optan por un entorno más económico para dedicar el resto del coste a llenar la hucha de “San Bartolomé del buen bit” rogando que todo vaya bien.

Muchas no se plantean el coste que tiene una sola hora de parada en la producción en la que los usuarios no puedan desarrollar su trabajo.

Estos son costes, todos asociados a la tecnología y que raramente se imputan de la forma correcta, y que, sin embargo, tienen una incidencia directa en las cuentas de cualquier empresa.

Y tú, ¿También tienes un “San Bartolomé del buen bit” en la oficina para que os proteja?.

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