Depender de la conectividad

Una empresa precisa de muchos servicios externos para poder desempeñar su labor, empezando por la electricidad que suministra una compañía externa, el teléfono, el agua, el gas… o las líneas de datos.

La dependencia de la conectividad es un hecho, independientemente de que la compañía disfrute de un entorno evolucionado en la nube o continúe con una infraestructura tradicional.

Es cierto que, con un modelo basado en el Cloud la dependencia es aún mayor, pero difícilmente sacará un empleado un proyecto adelante sin poder comunicarse con terceros.

En algunas pequeñas empresas aún existe cierto miedo, como a todos los cambios, a moverse a la nube y que el ADSL, la fibra o el cable-módem dejen de estar operativos en un momento dado, pero… ¡es un miedo infundado totalmente!.

A día de hoy, y pensando en un entorno extremadamente simple que no requiera de inversión de ningún tipo, hay que hacer algunas reflexiones que disipen ese miedo:

  • Las líneas de datos, a día de hoy, aun cuando son orientadas a venta para particulares, son muy estables y muchas veces se caen menos que la incidencia de averías eléctricas.
  • Hoy en día todos disponemos de un smartphone y las líneas de datos 3G (no digamos de las 4G) son realmente funcionales. Usar un móvil como punto Wifi para salvar una situación extrema requiere de pulsar con el dedo la pantalla de tu terminal dos veces y con ello dotar de datos a la oficina durante un hipotético problema con las líneas principales.
  • Si por cualquier razón el ordenador de tu mesa se ha quedado frito, por un corte de luz o cualquier otra causa, los sistemas Cloud, permiten que trabajes desde cualquier tablet o teléfono (aquí el tamaño de la pantalla marca la diferencia) y dado que tienen baterías durante horas, podrás trabajar incluso bajo la luz de una vela.
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