La nube y la retención del talento en la empresa

La nube y la retención del talento en la empresa

De cara a la selección de personal, estamos de acuerdo en que es un reto complicado buscar una persona que ejemplifique y se ajuste a lo demandado para un puesto respecto a cualificación, formación y experiencia, y que adicionalmente reúna dotes personales, dedicación, implicación y productividad.

Parece un sinsentido habiendo miles de parados, gente con varias carreras, desesperada por trabajar, pero así lo repiten una y otra vez los departamentos de recursos humanos. Gente con carreras hay mucha, pero gente que se ajuste a lo que precisamos… menos (aunque haberla… como las meigas…).

El caso, es que cuando alguien ávido de empleo, formado, implicado y con ganas de comerse el mundo, se encuentra con una oferta a su medida, se produce un estado de excepcional valor tanto para la empresa como para el empleado que, por sus características, va cobrando mayor valor durante años, derivado de su cada vez mayor experiencia y conocimiento.

Son ese tipo de puestos “clave” los que desarrollan el trabajo que supone la punta de lanza en la estrategia corporativa, el trabajo que diferencia cómo ofrece sus servicios la empresa frente a la competencia y que por tanto requieren de mayor movilidad, menos ataduras, implican que la empresa tiene que dotarles de los medios técnicos, tecnológicos y de calidad de vida acorde a su valía, y por tanto, requiere de una plataforma que les permita desarrollar su trabajo, conciliando su vida personal y laboral (cuantos grandes puestos y brillantes currículum, han cambiado de empresa por la imposibilidad de conciliar vida laboral y personal…).

El reto de retener a estas personas, que aportan un gran valor a la empresa, pasa por ofrecerles formas de trabajo que se puedan desarrollar desde cualquier lugar, con total productividad y de forma segura: la nube.

Hoy y cada día aumenta la importancia que los empleados dan a que su puesto no se asocie a un rincón gris de una oficina a varios atascos de su domicilio.

No aspiremos a retener nuestros tesoros, aspiremos a que éstos recomienden a terceras personas de valor, que trabajen con nosotros. Tal vez tenga que ver con el secreto de una empresa pujante y al alza en todos los sentidos.

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