Es la palabra de moda: “cloud”, antes solo escuchábamos lo de las nubes en publicidad y ahora, ¡parece que vivimos en la nube!.
Muchas empresas, dan su primer paso en el cloud, cuando se plantean cambiar un servidor corporativo y el presupuesto de compra hace aparecer una fría gota de sudor en la frente.
Otros tras hacer cuentas, comparan el coste de un servidor local, con X cuotas en la nube para ver en cuanto tiempo amortizan la compra.
Como si fuese una especie de financiación de dos cosas iguales… ¡y nada más lejos de la realidad!.
Los servidores cloud, son sistemas que permiten el acceso a las aplicaciones de negocio y la información de la empresa, de forma segura, rápida y fácil, desde cualquier lugar, sin tener que gestionar, tecnología, copias de seguridad, seguridad, infraestructura y demás parafernalia.
No se necesita disponer de grandes conocimientos para trabajar con ellos y cualquier usuario se adapta en minutos a las ventajas que ofrecen.
Como añadido (y algunos dirán que es lo más importante), estos servidores, pueden, y deben estar en un sistema de alta disponibilidad que ofrezca redundancia para que puedan operar sin depender de una sola máquina o elemento como es el caso de un servidor tradicional dispuesto en la oficina de una PYME.
Podemos centrar la atención en la facilidad para usar (y pagar) únicamente las licencias que precisamos en cada momento, para adaptarse a los cambios de la empresa y sus necesidades puntuales o en el rendimiento superior que ofrecen cuando se precisa un aporte adicional de gigahertzios o RAM.
Hace años, las inestables conexiones a Internet eran un problema, peor hoy, desde un móvil, tablet o portátil podemos hacer buen uso y aprovechar las facilidades que nos brinda el sistema, sin que la conexión de la empresa sea un elemento crítico.
Por añadidura, la seguridad y atención de los profesionales de un proveedor de servicios cloud, difícilmente se encuentran al alcance de una pequeña o mediana empresa, si bien cobra especial atención la cercanía y atención personalizada que un proveedor concreto aporte a cada cliente.