Hace ya muchos años que los ERP incorporan módulos de informes en los que podemos configurar múltiples reportes. El problema de éstos radica en que NO toda la información interesante (en términos de toma de decisiones) se encuentra en el ERP o el CRM, sino diseminada entre múltiples tipos de ficheros y tipos de bases de datos heterogéneas.
Si unimos todo lo anterior a que normalmente no se tiene conciencia de lo que es la información importante… supone un desafío para la toma de decisiones basada en datos objetivos.
Como comentábamos en un artículo previo de esta serie, el “Big Data” viene a solucionar este problema con argumentos de peso para su implantación.
Pero hablando de problemas, muchas veces, no es la tecnología en si, sino la percepción de que dicha tecnología parece estar al servicio de grandes corporaciones y empresas con un músculo financiero que excede nuestras posibilidades y tristemente muchas veces las cosas son así, pero NO en el caso que nos ocupa.
Actualmente, algunas de las plataformas más potentes no requieren licencia y su despliegue en un entorno PYME es muy rápido y fácil.
Su uso tampoco requiere de conocimientos avanzados y muchas veces el personal utiliza dashboards y tablas que se van actualizando en tiempo real, donde se recogen tendencias, datos cruzados, estadísticas, desviaciones e información diversa que muchas veces se simplifica en vistosos gráficos entendibles de un solo vistazo.
El mayor problema para la adopción de esta tecnología en la PYME suele tener que ver con la complejidad y coste asociados al despliegue de un entorno de este tipo, handicap que se soluciona haciendo uso de soluciones en la nube, ya preparadas por expertos que solo requieren de unos minutos para hacerlas funcionar sin necesidad de ser grandes conocedores de la tecnología subyacente.
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