La nube, tendencia evolutiva empresarial

La nube, tendencia evolutiva empresarial

Hace tan solo unos años, la pregunta era: ¿cloud sí o cloud no? En poco tiempo, la pregunta cambiaba a: ¿Cloud ya o esperamos a ver si…?.

Y hace meses que la pregunta ha tornado en otra más parecida a: ¿aún no estás en el cloud? tu competidor sí lo está y ya saca partido de ello.

Reuniones online, teletrabajo, acceso instantáneo a datos, programas y proyectos empresariales desde cualquier lugar y tipo de terminal, cambios de entorno, software y versiones en caliente, pruebas sin riesgo ni esperar a noches o fines de semana, cambios de los sistemas acordes a la velocidad con que se producen en la empresa, desencadenar la tecnología de presupuestos concebidos a X años y amortizaciones…

La nube lo ha cambiado todo para aquellos que ya trabajan con estas tecnologías, mientras existe un grupo de empresas y profesionales que cada vez tienen que esforzarse más para ser competitivos sin poder llegar al nivel de su competencia ¡porque no disponen de las herramientas apropiadas!.

Hace poco tiempo, lo normal era adjuntar archivos a correos electrónicos y no era raro ver como un compañero usaba su cliente de correo para localizar cierto fichero, proyecto. Hoy, cuando se trata de compartir información, disponemos de formas mucho más ágiles que además aportan la capacidad de ofrecer dicha información a colaboradores externos, con seguridad, garantías y registro de todo ello.

De igual forma, la cada vez menor dependencia de un terminal concreto, alivia costes en la empresa. No es preciso que el portátil tenga que ser de gama alta porque requiere cierta potencia para ese software empresarial, o que si lo perdemos o sufre una avería veamos mermada nuestra capacidad de sacar trabajo adelante.

Con las plataformas IaaS, la potencia reside en la nube, siendo que podemos acceder a todo (programas, datos, correo y demás elementos necesario para el desempeño diario) desde un simple teléfono móvil, la tablet de oferta en el supermercado o el portátil que teníamos aparcado por viejo en un armario.

Todo ello aporta ahorros de capital, flexibilidad, seguridad y menor dependencia de elementos concretos.

El mañana ha llegado y no espera a nadie. ¿Puede tu empresa esperar más tiempo?

Share This